Semilla, madera, fuego.

Sol, lluvia, tiempo,
semilla y tierra,
¡ay árbol viejo!
¿te acuerdas?
¿naciendo?
qué lejos estabas del cielo.

Cornucopia de cirios quietos,
velas de hoja y madera,
mamando
de raíz en pecho,
ancla de la teta tierra.

¿te acuerdas
árbol viejo?
remero del viento
¿te acuerdas
queriendo
tocar del firmamento
sus hojas blancas de estrella?
  
Pero siempre responde el hombre
con su hierro,
robando al bosque,
llevando de la alameda,
rota de leña,
de su espesura mendiga
algunas de sus monedas.

Ahora, álamo descompuesto
eres de fuego
y de grímpolas negras,
olvido y humo de invierno
¡ay árbol viejo!
en la sed de la chimenea
por fin subiste al cielo.